Autor: Dr. Héctor Manuel Icaza Campa
Sobre el autor:
Profesor y Lic. En Educación Física, especialista en educación deportiva y prácticas para la salud, maestro en Educación, estudios de posgrado en Teoría y Metodología de la Educación Física y el entrenamiento Deportivo en Moscú, Rusia, Doctor en Educación Deportiva y Ciencias del Deporte, diplomado en desarrollo cognitivo y neurociencias, Diplomado en Medicina del Deporte, Diplomado en Coaching en Neurociencias, catedráticos de la Escuela Superior de Educación Física de la Cd. De México por 30 años, Docente por horas en la Universidad de Colima, Subdirector Académico en la Escuela Nacional de Entrenador Deportivo, diseñador y fundador de la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo en la Universidad José Martí en Colima, ponente nacional e internacional, reconocimiento por FIEPS México por destacada labor profesional, colaborador en la publicación de FIEPS Mundial, autor de 15 libros y colaborador en 7 libros más, docente en maestría en diversas instituciones y actualmente me dedico a investigar y escribir, así como a dar pláticas y conferencias, fundador y presidente del Colegio Colimense de profesionales de la Educación Física, la Recreación, el deporte y ciencias afines A. C., miembro del Colegio Mexicano de Profesionales d e la Educación Física, miembro del Consejo Mexicano de Educación Física. Especialista en entrenamiento de fuerza y entrenador de Atletismo.
Este es un trabajo que trata acerca de la forma en cómo la Educación Física contribuye al aprendizaje o desarrollo cognitivo del alumno gracias a los aportes que hoy se conocen respecto de las neurociencias y a la forma en cómo la práctica del Ejercicio Físico en sus diferentes manifestaciones produce una serie de neurotransmisores y hormonas, así como la neuroplasticidad y neurogénesis y al desarrollo de áreas como el hipocampo, el área motora de la corteza cerebral y su influencia en el lóbulo prefrontal que van a intervenir directamente en el aprendizaje de los alumnos, al tiempo que hace ver la forma en que la Educación Física no sólo contribuye al desarrollo físico sino al desarrollo integral del ser humano.
Más allá de la tradicional forma en cómo la Educación Física contribuye a la educación y formación integral del alumno a través del ejercicio, el juego y el deporte y tomando en cuenta la actual problemática de la educación en nuestro país, queremos mencionar en este documento la forma específica en cómo, la Educación Física, contribuye y participa en el aprendizaje cognitivo de los alumnos:
- Cada vez que el niño participa en las actividades propias de la Educación Física tales como los juegos, ejercicios o deportes que le son enseñados, su organismo aumenta su frecuencia cardiaca y respiratoria, transportando una mayor cantidad de sangre hacia todo su cuerpo y particularmente al cerebro, de tal manera que éste recibe una gran cantidad de sangre y con ella, de oxígeno que le permite metabolizar las grasas, así como también de dotarlo del ATP proveniente de los carbohidratos que son un componente básico de su alimentación y de su propia constitución cerebral, logrando de este modo un mayor y mejor funcionamiento y con ello una mejor posibilidad de aprendizaje y desarrollo cognitivo.
- Del mismo modo, cada vez que el alumno participa en sus clases de Educación Física, su organismo libera una gran cantidad de hormonas, particularmente una denominada BDNF (brain derived neurotrophic factor) que es uno de los más poderosos neurotransmisores que facilitan la conexión de nuevas sinapsis nerviosas y por tanto de nuevas redes neuronales que van a favorecer el aprendizaje y con ello su inteligencia. A este respecto, Nithianantharajah J, Hannan AJ, (2009, Van Praag, 2009, y Lautenschlager NT, Cox K, Cyarto EV. 2012, citados por Navarro y Osses, 2015), mencionan: Desde el punto de vista de las neurociencias, la actividad física y sus beneficios en la función cognitiva han sido vinculados con el aumento de la secreción de factores neurotróficos derivados del cerebro (BDNF) junto a otros factores de crecimiento que estimulan la neurogénesis, aumentan la resistencia al daño cerebral, mejoran la capacidad de aprendizaje y potencian el desarrollo mental. Y, concluyen además que:
“Ante las investigaciones realizadas por las neurociencias y que manifiestan la importancia del ejercicio físico en la función cognitiva y la generación de aprendizajes significativos, y de cómo su práctica voluntaria genera cambios a nivel del hipocampo, que es asociado a la generación de ideas, a la reflexión, pensamiento lógico y matemático, y al almacenamiento y reutilización de la memoria de largo plazo, se puede plantear que el ejercicio físico es un elemento que favorece el aprendizaje ya que estimula la producción de BDNF y cuyos beneficios favorecen aspectos psicológicos, neuropsicológicos, fisiológicos y cognitivos… y por lo tanto, Es necesario generar una nueva mirada a la asignatura de educación física y sus propuestas curriculares, que permita plantear su importancia en el cuidado de la salud y que también genere una valoración de esta disciplina en la producción de aprendizajes y mejoras en los logros académicos.
Esta nueva mirada forjará la apreciación del ejercicio físico como un elemento vital y de suma importancia en el currículum educativo, generando una articulación de disciplinas con el objetivo de producir mejoras en los estudiantes a nivel fisiológico y cognitivo, lo que conseguirá efectos positivos para la salud escolar y el rendimiento académico”.
- Asimismo, el ejercicio también libera otras hormonas que llevan el nombre genérico de endorfinas que provocan una sensación de placer y euforia (tales como la doplamina, la oxitocina, la serotonina y otras más). De igual modo, se ha encontrado que las personas que realizan más ejercicio tienen un mayor tamaño del hipocampo (centro del aprendizaje y la memoria), mejora además su sistema vestibular, lo que permite el reconocimiento espacial, crucial para las funciones cognitivas de acuerdo con el neurocirujano Rosler (2014), quien, además, afirma: los movimientos físicos específicos ayudan a preparar al cerebro para el aprendizaje e incluir “recreos cerebrales”, les permite “descansar” y oxigenarlo para favorecer su capacidad de aprendizaje. También, mantienen un estado de alerta y sensación de bienestar en el individuo que facilita también su capacidad de aprendizaje además de mayor razonamiento y capacidad numérica. (Ortega, F. Universidad de Granada, citado por Pérez, L. 2016)
Por otra parte, Logatt (2014), afirma que el neurocientífico Kirk Erickson, de la Universidad de Pittsburgh y su equipo, realizaron una serie de trabajos y registraron durante años la actividad física y los patrones cognitivos, habiendo llegado a la conclusión que a mayor actividad física el riesgo de deterioro cognitivo disminuye (Pág. 1). Por lo tanto, es posible afirmar: a mayor ejercitación física diaria, mayor incremento de la capacidad cognitiva.
Es el propio Logatt (2014), quien concluye que, para lograr desarrollar y mantener las funciones más elevadas de nuestro cerebro y cuidar de su salud, la actividad física debe ser regular y una compañera en todas las etapas de nuestras vidas.(Pág. 3).
Son estas las formas principales en como la Educación Física a través de sus propios contenidos, contribuye al aprendizaje no sólo desde el punto de vista intelectual, sino al desarrollo mismo de su cerebro, potenciando su capacidad de mejorarse a sí mismo e incluso, llegando a favorecer la creación de nuevas neuronas (neurogénesis) y conexiones cerebrales, (neuroplasticidad) permitiendo con ello un alto grado de desarrollo.
Sin embargo, existe una condición para lograr estos resultados de acuerdo a lo establecido por la OMS, que la práctica del ejercicio sea de forma sistemática, continua (cinco veces por semana o de 150 a 300 minutos semanales, dependiendo del grado de intensidad: de moderado a intenso), a lo largo del tiempo para poder obtener todos los beneficios que esta brinda, demostrándose además – de acuerdo a las Universidades de Strathclyde y Dundee y citados por Reilly (s/f, citado por Icaza 2020)– que el vínculo entre actividad física y rendimiento escolar tiene un efecto duradero a lo largo del tiempo. Es por esto último, que es indispensable que la Educación Física sea contemplada como un contenido transversal durante toda la educación básica (incluida la educación inicial) para alcanzar los mayores beneficios posibles.
Es esta, la forma en cómo la Educación Física, a través de sus contenidos específicos, hace sus aportaciones para favorecer y mejorar la capacidad de aprendizaje de los alumnos, además de contribuir a su formación integral por lo que se refiere no solamente a su desarrollo físico, sino también emocional, de autoconocimiento, seguridad y confianza en sí mismo, socialización, desarrollo de valores personales, sociales y culturales, lo que hace de esta profesión una dimensión imprescindible dentro del contexto de la educación integral y con un marcado acento pedagógico por su propia denominación como EDUCACIÓN FÍSICA.
REFERENCIAS
Icaza, Héctor (2020), El Libro del Profesor de Educación Física, Edit. Kromática, Colima, México
Logatt, (2014), Actividad física y salud cerebral. publicado por la asociación
educar: ciencias y neurociencias aplicadas al desarrollo humano,
http://asociacioneducar.com/
Navarro y Osses (2015), Neurociencias y actividad física: una nueva perspectiva
en el contexto educativo. Rev. médica chile, vol. 143 no.7, Santiago jul. 2015
http://dx.doi.org/10.4067/s003498872015000700019. http://www.scielo.cl/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=s0034-98872015000700019
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020), “Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios”: de un vistazo [WHO guidelines on physical activity and sedentary behaviour: at a glance]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2020. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.
Pérez, l. (2016), El ejercicio mejora el rendimiento académico, recuperado de
http://blogs.funiber.org/deportes/2016/06/17/funiber-ejercicio-mejora-rendimiento
académico. fuentes: http://fnbr.es/30k, http://fnbr.es/30l,http://fnbr.es/30m